viernes, 4 de marzo de 2011

Kama Sutra: el Arte del Amor

Sabiduria antigua para despertar el deseo...

viernes, 4 de febrero de 2011

Sensaciones

Intentas contenerte al tiempo que yo provoco lo contrario... las fuerzas te abandonan, exhausta por lo sucedido, y me sientes llegar disipandose todo lo demás a nuestro alrededor... Nuestros labios, encendidos, abrasadores, calurosos absorben la vida del otro... tu lengua juguetea trémula, vibrante, temblorosa, como el resto de tu cuerpo, en la fuente acuosa de mi boca... Miradas, que cargadas de lujuria se cruzan una y otra vez, abriendose y cierrandose al son de nuestros expresivos parpados... miradas que hablan sin gesticular palabra... suspiros, gemidos, ronroneos que amenazan con convertirse en rugidos llenando el espacio silencioso que nos envuelve... el roce de nuestras manos recorriendo la piel de su amante... el tacto sedoso de las yemas de los dedos capaces de dibujar el contorno corporeo del otro si este no estuviera presente... El deseo empalagoso, sofocante, sudoroso, se pasea recorriendo cada poro, cada centímetro, cada rastro... es querido y buscado, es resaltado con cada demostración de exigente sollozo que sale de nuestras gargantas, es encontrado con cada sonrisa que pide más y más... serpentea dentro de ti... te agitas cada vez de manera más incontrolada... nos movemos, y nos desesperamos... sensaciones que dejan en ridiculo las sentidas solamente hace un segundo... y es ahí donde justamente se detiene el tiempo, y nosotros parecemos seres eternos, vanidosos en las llamas de la lascivia eterna... oleadas del libidinoso torrente que inundan tu vientre y mi columna bajando hasta nuestros sexos, ¿lo puedes sentir?... latidos persistentes, golpeteos en nuestras almas, acelerandose que nos hacen estremecer, renovandonos en cada penetración, en cada beso, en cada microinfarto... el orgasmo se acerca bruscamente, y todo se hace más intenso en esta eterna y descubridora lucha por enseñarnos nuevamente el más primitivo de los placeres...

jueves, 27 de enero de 2011

Penumbra

Mis manos recorriendo tu piel, tus labios buscando sin cesar los mios... todo empieza así, con un chispazo y cierras los ojos, dejandote llevar; insistes en que permanezcamos en la penumbra para engañarte incompresiblemente a ti misma, para abrirlos en medio del ansiado placer y pensar que esos ojos que se intuyen son los mios... sonries entre ronroneantes gemidos y muerdes despacio tus labios, para dejar paso a los mios que los atrapa apagando esa sonrisa lasciva que tanto me hace perder el control... se que eso te hace seguir sintiendo placer, un placer que va creciendo desde la base de tu ser... un placer que hace que tus piernas se separen para recibirme, aún sabiendo que, quizás, no sea yo, que solo sea otro espejismo más de tu mente, otro sucedáneo a tu dolor, a mi ausencia manifiesta... a mi abandono... te deleitas con mi verga, te entregas, te pierdes en su sabor, en su textura, en su olor... la empapas con saliva templada, hasta casi notar que revienta de extasis, hasta que practicamente te suplico que pares... pero no paras, necesitas completar el círculo, necesitas llenar tu boca con mi simiente cálido para poder recordar el sabor que en el pasado tanto paladeastes... baja por tu garganta y te abrasa y sin embargo ese desahogo mio, ese calor sofocante, te reconforta...

... No me deja recuperarme del sublime orgasmo que hemos compartido, que has sentido hasta los huesos, porque si me escapo nuevamente, no me volverás nunca a manejar a tu antojo, y lo sabes... bailas, desnuda, frente a mi, desplegando toda tu femineidad, tu naturaleza, tu ritual, tu dulzura... hasta que vuelves a atraparme entrelanzandonos en un mar de caricias... te tiro sobre la cama mientras lamo el cuello, los pezones, el ombligo... tu sexo... el húmedo coño, que se hincha y florece... que reclama un nuevo sacrificio... te penetro con violencia, con hambre sexual de una semana, y mordemos la almohada al unísono abrazados por el climax mas ensordecedor, donde apenas centímetros nos separan para fusionarnos en uno... la fantasía vuelve a estar contigo, vuelvo a ser él... las oleadas de placer rompen en nosotros con frenesí emulando unos quebradizos acantilados... te mojo con mi sudor, tu me envuelves con tu perfume... apremiante, golpeando nuestras caderas una y otra vez, notas que llego al orgasmo y es entonces cuando vuelves a morder tus labios, aprietas los ojos con inusitada fuerza hasta brotar un pequeño torrente de lágrimas y en pleno extasis susurramos nuestros nombres con alabanzas de amor... después... las sonrisas, el vestirse nuevamente, la despedida, con una juramento de, porque no, encontrarnos nuevamente... y una vez más, volver a echarte de menos mientras el agua de la ducha calma mi espiritu...

martes, 21 de diciembre de 2010

Diario de una Ninfómana

Mi regalo de Navidad... Felices Fiestas!

miércoles, 27 de octubre de 2010

Una historia de Halloween

...2 y media de la mañana. La fiesta esta en su punto más alto, decenas de personas, bailando, bebiendo, riendo y actuando deshinibidamente intentando encontrar pajeja para copular en esta noche de brujas, al amparo del escondite que les proporciona sus disfraces... La veo otra vez, lleva jugando al escondite conmigo toda la noche, mostrandose para luego esconderse de mi. Encendiendome para luego apagarme como una vulgar colilla. Me mira directamente, esta vez sin tapujos, apenas unos metros nos separa, ninguna barrera, excepto quizas la muchedumbre, nos impide acercanos...

...Parpadeo, y te encuentro frente a mi, vestida de negro, de vampiresa, de diosa de la noche a la que cualquier mortal le gustaría venerar y rezar. No dice nada, solamente se pega a mi en una acción felina, rapida como el rayo, nacidos y predestinados para encajar el uno con el otro. Huelo su fragancia a traves de su pelo azabache mezclado con el cuero de su disfraz que resalta la voluptuosidad de su cuerpo. Me hechiza, tengo una erección casi instantanea que seguro que nota. Sonríe complacida por el efecto conseguido. Me da un beso, suave, casi impeceptible, un toque ligero que consigue encenderme todavía más, al tiempo que nuestros cuerpos se mueven acompasadamente al ritmo de la música, pero casi no la oigo, como si estuviera muy lejos de alli o alguien hubiera bajado de repente el volumen... Me pide que la siga, en susurros. Oigo mi nombre salir de mi boca, imposible, apenas nos conocemos...

... Se pierde entre la gente sudorosa y voy tras de ella. Salgo del lugar. La veo, perdiendose en la noche extrañamente templada. Aparece y desaparece, o eso me lo parece a mi, exactamente como había pasado en la fiesta, esquiva y a la vez determinante, indicandome que debo seguirla, pero sin mostrarme realmente quien es. Algo dentro de mi me avisa de que algo va mal, que me vuelva ahora que aun puedo... pero su voz hechizadora todavia resuena en mi mente, prometiendome placeres inverosimiles y llamandome como nadie me ha llamado antes... demasiado para poder resistirse...

... La veo, esperandome, apoyada contra una pared en algun callejon. Me vuelvo para ver por donde he venido, no se donde estoy, pero en esos momentos no me importa, siento deseos casi enfermizos de poseerla ahora mismo y la lascivía puede a la razón, no se como lo ha hecho pero me tiene completamente dominado y a la vez se ha acorralado ella sola en aquel inhospito callejon...

... Nuestras bocas se devoran con hambre de meses. Sus labios tienen la dulzura de las fresas, del azúcar... de la lujuria incontenida... Me empuja, quiere que la vea. La cremallera de su disfraz situada en la parte delantera y que cruza todo su cuerpo hasta su pubis, se desliza casi mágicamente hacia abajo, liberando su cuerpo del cuero que la aprisionaba, mostrandome formas casi imposibles. Su piel blanquecina y suave hace contrastes con la oscuridad de su cabello y sus ojos. Sus pechos son grandes, tungentes, de pezones rosas palidos, deseando ser besados por unos labios agradecidos, y su pubis gracilmente recortado en forma de corazón con la puntita casi tocando su hinchado clítoris dice a cualquiera que es un organo que no hay que olvidar de tratar con delicadeza...

... Se arrodilla ante mi, liberando mi verga de su encierro. Baja mi ridiculo pantalon de pirata de pelicula de los años 50 y mi polla salta en un vaiven ansioso casi diria que incluso doloroso... Su lengua viperina me estudia. Toques cortos, suaves y babosos recorren mi glande, la corona de mi prepucio y los recovecos de la venas purpuras que se me marcan por todo el tallo hasta mis repletos testículos, haciendome suplicar con mis gemidos... deseo que la engulla, que la chupe, que la lama... deseo enterrar mis dedos entre sus sienes y obligarla a cumplir esa pervesidad hasta poder correrme dentro de su laringe, pero me tiene en su poder, y hace conmigo lo que se le antoja sin que yo pueda hacer nada...

... Se incorpora haciendome temblar de placer y se apoya de nuevo contra la pared para luego volver a llamarme... La punta de mi verga llama a la puerta de su coño totalmente empapado... A una orden suya alzo una de sus piernas sujetandola por el nacimiento del enves de su rodilla y la penetro de una sola embestida. Entra como una espada en su baina. Nos quedamos asi unos segundos, estudiandonos como dos completos desconocidos... dos completos desconocidos realmente somos, aunque ella parece saber lo necesario para tenerme alli... El volcan de su sexo me quema. Gotas procedentes del interior de su conejito mojan mis inflados testiculos deseosos del alivio del orgasmo... Embisto de nuevo, una, otra y otra vez. Bufamos y sudamos como los animales sexuales que en esos momentos somos. Gemimos, ella desafiante, teniendo siempre el control, yo casi desesperado buscando mi propio extasís. Nuestras bocas se vuelven a juntar y ahora enrosca sus piernas sobre mis caderas apoyando nuestro peso sobre la mohosa pared de ladrillos. Saboreo su cuello, y el nacimientos de sus prominentes pechos. Su piel es fria en contraste con el inmenso calor que procede de su ser... No me puedo controlar, y entre movimientos espasmodicos, entre un rugido que casi me cuesta reconocer de mi mismo, me corro instantes despues de que lo haga ella. Las contracciones de su sexo aprietan mi verga que suelta litros y litros de savia en continuos disparos incontrolados inundandola con mi esencia...

... Y es entonces, cuando sus dientes se hunden en la carne de mi cuello, cuando sus colmillos de loba enfurecida, de zorra del infierno, de diosa de la noche golosa buscan mis venas mas tiernas, cuando el olor metálico de mi propia sangre llega a mi nariz llenandolo todo, comprendo que me ha proporcionado mis últimos instantes de placer terrenal en compensación por convertirme de manera involuntaria en su pelele por el resto de la eternidad...

jueves, 30 de septiembre de 2010

Un buen despertar

Abro los ojos... primero durante un instante, luego otro instante más, un tercer intento de manera desconcertada más duradero que los dos apagones... estiro mi cuerpo en una exajerada contorsión antes de que mis pupilas se fijen definitivamente en la estancia y ser consciente de lo que ocurre al mi alrededor...

Formas y colores que van fijando sus contornos con cada aleteo de mis pestañas... Oigo el suave respirar de mi ser amado a escasos centímetros de mi, indicandome que todavía esta inmersa en su mundo de fantasía particular, su posición fetal y su rostro relajado me hace deducir que esa fantasía, ese sueño, esta siendo de lo más agradable posible... claras y vaporosas rafajas de luz, primeras horas de la mañana, se cuelan a traves de la ventana entre las rendijas de la persiona, dando un halo de misterio, haciendo que lo vulgar se convierta en bello, convirtiendo algo tan simple como motas de polvo flotando suspendidas en el aire como algo especial y hermoso.

El reloj parpadeante que tanta veces me ha despertado de mala gana con su impertinente ruido aun no marca las 9 de la mañana... respiro ondamente varias veces, llenando mis pulmones del aire renovado de la noche que se ha encargado de purificar todo lo que ha ido tocando. Mi lengua recorre varias veces de forma tímida mis labios resecos, rehidratandolos, anunciando una puesta en marcha que en breves momentos, quizas segundos, vaya a producirse... a pesar de ser domingo, a pesar de ser esas horas, me siento bien y cargado de energía.

Ella se pega a mi con un acto deliberadamente lento, incluso en ese momento, transmitiendose con sus movimientos intenciones mas que sugerentes en que invertir esa energía. Su boca se pega a mi oido y cuello, dandome los buenos dias con la ternura y lujuria de sus labios húmedos... su cuerpo se pega a mi costado, el calor de su piel, que ya empieza a estar deliciosamente sudorosa hace que mis sentidos despierten de todo y pidan a gritos mucho mas... su pierna se posa sensualmente sobre las mias, rozando con su muslo provocativamente mis ya de por si hinchados testículos... me giro para devolverle los besos cada vez mas apasionados y atreviso... un brazo se desliza por debajo de su cuerpo para acariciarle la espalda alla donde pierde su buen nombre... una mano suya, se va abriendo camino por mi pecho bajando por el torax, ombligo y bajo vientre hasta encontrar su objetivo, tocando de manera estrategica mi verga que empieza a cobrar vida, que me va a exigir una presa que cobrar, que es tan sumamente travieso como la dulce compañia que me provoca, desde su ya amoratado glande hasta la base hinchada. Nuestros primeros gemidos, nuestros susurros de deseo eclipsan rapidamente los casi inexistentes ruidos de esa mañana... este sin duda, será un buen despertar...