jueves, 27 de enero de 2011

Penumbra

Mis manos recorriendo tu piel, tus labios buscando sin cesar los mios... todo empieza así, con un chispazo y cierras los ojos, dejandote llevar; insistes en que permanezcamos en la penumbra para engañarte incompresiblemente a ti misma, para abrirlos en medio del ansiado placer y pensar que esos ojos que se intuyen son los mios... sonries entre ronroneantes gemidos y muerdes despacio tus labios, para dejar paso a los mios que los atrapa apagando esa sonrisa lasciva que tanto me hace perder el control... se que eso te hace seguir sintiendo placer, un placer que va creciendo desde la base de tu ser... un placer que hace que tus piernas se separen para recibirme, aún sabiendo que, quizás, no sea yo, que solo sea otro espejismo más de tu mente, otro sucedáneo a tu dolor, a mi ausencia manifiesta... a mi abandono... te deleitas con mi verga, te entregas, te pierdes en su sabor, en su textura, en su olor... la empapas con saliva templada, hasta casi notar que revienta de extasis, hasta que practicamente te suplico que pares... pero no paras, necesitas completar el círculo, necesitas llenar tu boca con mi simiente cálido para poder recordar el sabor que en el pasado tanto paladeastes... baja por tu garganta y te abrasa y sin embargo ese desahogo mio, ese calor sofocante, te reconforta...

... No me deja recuperarme del sublime orgasmo que hemos compartido, que has sentido hasta los huesos, porque si me escapo nuevamente, no me volverás nunca a manejar a tu antojo, y lo sabes... bailas, desnuda, frente a mi, desplegando toda tu femineidad, tu naturaleza, tu ritual, tu dulzura... hasta que vuelves a atraparme entrelanzandonos en un mar de caricias... te tiro sobre la cama mientras lamo el cuello, los pezones, el ombligo... tu sexo... el húmedo coño, que se hincha y florece... que reclama un nuevo sacrificio... te penetro con violencia, con hambre sexual de una semana, y mordemos la almohada al unísono abrazados por el climax mas ensordecedor, donde apenas centímetros nos separan para fusionarnos en uno... la fantasía vuelve a estar contigo, vuelvo a ser él... las oleadas de placer rompen en nosotros con frenesí emulando unos quebradizos acantilados... te mojo con mi sudor, tu me envuelves con tu perfume... apremiante, golpeando nuestras caderas una y otra vez, notas que llego al orgasmo y es entonces cuando vuelves a morder tus labios, aprietas los ojos con inusitada fuerza hasta brotar un pequeño torrente de lágrimas y en pleno extasis susurramos nuestros nombres con alabanzas de amor... después... las sonrisas, el vestirse nuevamente, la despedida, con una juramento de, porque no, encontrarnos nuevamente... y una vez más, volver a echarte de menos mientras el agua de la ducha calma mi espiritu...

1 comentario:

Soñadora dijo...

Puffff!!!
Me ha encantado. He viajado en cada una de tus palabras y lo he vivido hasta tal punto que cuando me he dado cuenta, estaba también mordiendo mi labio.
Genial!! Enhorabuena. Eres muy muy muy bueno, no lo olvides.
Un besazo, guapísimo!!