jueves, 30 de septiembre de 2010

Un buen despertar

Abro los ojos... primero durante un instante, luego otro instante más, un tercer intento de manera desconcertada más duradero que los dos apagones... estiro mi cuerpo en una exajerada contorsión antes de que mis pupilas se fijen definitivamente en la estancia y ser consciente de lo que ocurre al mi alrededor...

Formas y colores que van fijando sus contornos con cada aleteo de mis pestañas... Oigo el suave respirar de mi ser amado a escasos centímetros de mi, indicandome que todavía esta inmersa en su mundo de fantasía particular, su posición fetal y su rostro relajado me hace deducir que esa fantasía, ese sueño, esta siendo de lo más agradable posible... claras y vaporosas rafajas de luz, primeras horas de la mañana, se cuelan a traves de la ventana entre las rendijas de la persiona, dando un halo de misterio, haciendo que lo vulgar se convierta en bello, convirtiendo algo tan simple como motas de polvo flotando suspendidas en el aire como algo especial y hermoso.

El reloj parpadeante que tanta veces me ha despertado de mala gana con su impertinente ruido aun no marca las 9 de la mañana... respiro ondamente varias veces, llenando mis pulmones del aire renovado de la noche que se ha encargado de purificar todo lo que ha ido tocando. Mi lengua recorre varias veces de forma tímida mis labios resecos, rehidratandolos, anunciando una puesta en marcha que en breves momentos, quizas segundos, vaya a producirse... a pesar de ser domingo, a pesar de ser esas horas, me siento bien y cargado de energía.

Ella se pega a mi con un acto deliberadamente lento, incluso en ese momento, transmitiendose con sus movimientos intenciones mas que sugerentes en que invertir esa energía. Su boca se pega a mi oido y cuello, dandome los buenos dias con la ternura y lujuria de sus labios húmedos... su cuerpo se pega a mi costado, el calor de su piel, que ya empieza a estar deliciosamente sudorosa hace que mis sentidos despierten de todo y pidan a gritos mucho mas... su pierna se posa sensualmente sobre las mias, rozando con su muslo provocativamente mis ya de por si hinchados testículos... me giro para devolverle los besos cada vez mas apasionados y atreviso... un brazo se desliza por debajo de su cuerpo para acariciarle la espalda alla donde pierde su buen nombre... una mano suya, se va abriendo camino por mi pecho bajando por el torax, ombligo y bajo vientre hasta encontrar su objetivo, tocando de manera estrategica mi verga que empieza a cobrar vida, que me va a exigir una presa que cobrar, que es tan sumamente travieso como la dulce compañia que me provoca, desde su ya amoratado glande hasta la base hinchada. Nuestros primeros gemidos, nuestros susurros de deseo eclipsan rapidamente los casi inexistentes ruidos de esa mañana... este sin duda, será un buen despertar...

1 comentario:

Mágica dijo...

He visto bailar las motas de polvo suspendidas en el aire con la luz de la nueva mañana, he olido, he oido, he observado. Sí, yo también me he despertado, a pesar de no ser hora...intrusa? Por tu culpa, lo explicas tan bien que yo he estado dentro de esa habitación!