lunes, 8 de febrero de 2010

Esos ojos azules


Deambulo por la casa, triste y melancolico, como un pajaro encerrado en una hermosa jaula de cristal sin posibilidad de salir al exterior, hasta llegar a nuestra habitación. Entre los cajones desordenados del armario encuentro su bikini y busco en el, en su tacto, en su olor, en su color, algun resquicio de los buenos momentos que vivimos bajo el sol del verano pasado. Me tumbo en la cama y aspiro su aroma con ansia animal desconocida para mi, intentando escapar de la carcel donde estoy ahora, deleitandome con ello..., encuentro el disparador necesario, cierro los ojos y mi mente vuela... recuerdo perfectamente la última vez que llevó esas pequeñas prendas, ese caluroso dia de mediados de septiembre en aquella cala apartada del agobio de la civilización... recuerdo nuestros juegos, su sonrisa picara, la forma de aprovecharme cada vez que tenia que poner crema en su magnifico cuerpo solamente tapado por ese bendito bikini, el rumor suave de las olas queriendo morir en la orilla, la modorra de la tarde y nuestros besos tan apasionados como la primera vez, como si nos quisieramos conocer de nuevo... pero sobretodo recuerdo nuestra vuelta a casa en aquel autobus de linea... como me arrastró hasta los discretos asientos del final del mismo... Nuestras lenguas explorando la boca del otro en asfixiantes besos donde el tiempo parece haberse parada solo para nosotros. Mi mano atrevida sube recorriendo con yema de los dedos desde su rodilla hacia el ardor del interior de sus muslos. Mi dedo corazón sube por la tela de su bañador arrancando de su boca los primeros ronroneos de satisfacción ahogados directamente en mi garganta. Subo explorando debajo de su camiseta de tirantes agarrando con fiereza su pecho, justo por debajo del pezón erecto. Su palma va directa a mi erecta verga, mi bañador apenas pueda contenerla, golpeando mi glande ritmicamente contra el elástico. Bajo mis caderas, facilitando su acción. El mundo para nosotros ha dejado de existir, ya no nos importa nada a nuestro alrededor... solo nuestra pasión. Noto que abandona mi miembro y como pelea con el cordel de mi pantaloncito, intentando liberlarla de su encierro. Mi polla sobresale desafiante y porfin la acaricia sin que nada estorbe su avance. Su masturbación suave hace que ahora sea yo el que empiece a gemir apagadamente. Su cabeza baja, quiere complacerme... el primer lamenton, justo en la base de mi freson amoratado hace que arquee la espalda del placer. Su lengua recorre todo el contorno de la corona sin abandonar la lentisima masturbación para a continuación ir engulliendo poco a poco, centimetro a centimetro va desapareciendo entre sus golosos labios. Acaricio su largo cabello animandola a seguir al tiempo que desanda el camino para volver a mi glande. Una suave caricia con los dientes vuelve a hacerme vibrar excitado para volver a bajar lamiendo ansiosa... gotas de saliva resbalan por mi tronco, acariciando involuntariamente mis testículos rugosos e inflados... es cuando la veo, sus ojos azules, cristalinos, como el mar donde hemos lavado nuestro cansancio y que ahora saborea mi amada directamente de mi ardiente piel, clavados en nosotros, casi hipnoticos, guardando para si cada momento que le estamos proporcionando.

Esta a mi izquierda solamente una fila mas adelante y no habia reparado en ella hasta ahora. Una sensación extraña me embarga, siempre he sido un incorregible voyeur, pero ahora soy yo el observado mientras mi amor sigue lamiendome con el mas absoluto de los mimos ajeno a todo lo que esta aconteciendo. Veo que se gira y habla con alguien mas. Otra cara de rasgos femeninos se asoma entre los asientos, pero su mirada es diferente, me desprecia nada mas verme. Discuten en voz baja. Aprieto los puños por el placer que estoy recibiendo. Puedo ver como una mano se desliza entre los pantaloncitos vaqueros abiertos que apenas tapa unas sedosas piernas morenas de mi mirona. Relamo mis resecos labios encantado... mas aun cuando me percarto de que la propietaria de esa mano es de su amiga inquisitiva. Me convierto tambien en un miron sin habermelo propuesto... Puedo imaginar como se introduce dentro de su bañador y recorre gracilmente su sexo húmedo introduciendose entre sus gorditos labios depilados y encontrando su clítoris tan endurecido y palpitante como mi verga, deseosa de caricias tan sublimes como las que estoy recibiendo. Se contonea ligeramente, vibra al mismo tiempo que vibro yo... por unos momentos imagino que los ocupantes del autobus miran o se dejan mirar mientras reciben o dar placer abandonandosen como lo hace mi alma. Mi verga palpita avisandome, un escalofrio recorre todo mi miembro, mi orgasmo esta muy próximo. Quiero que lo vea, como yo veo como esta teniendo el suyo. Aparto a mi amada en un gesto que solamente es en apariciencia gentil y caballeroso, solamente segundos antes de mi explosión... me sumerjo en las más profundas aguas hasta casi ahogarme para salir de golpe a la superficie y respirar como si fuera la última bocanada que diera en este mundo... Mi espesa savia sale en inumerables disparos que queman mi ombligo y bajo vientre al tiempo que mi amada agita mi verga ritmo de mis golpes de cadera, mareandome, arqueando mi columna, obligandome a silenciar mis gemidos para no delatarme... El sonar del telefono me devuelve a la realidad.

- Hola!, amor, que haces?- me pregunta la voz familiar de mi enamorada. - Hoy salgo un poquito antes...- me dice sin dejarme responder - Te apetece ir a la playa esta tarde?- No contesto, solamente salgo disparado en busca de mi bañador...

2 comentarios:

Verónika Lujuria dijo...

Escribes genial, gracias por haber dejado miguitas de mi blog al tuyo para seguirte.
Sensuales y eróticos relatos.
Te enlazo.

Besos.

Amanecer* dijo...

Hola Valiente.
Desde luego lo eres describiendo tan excitantes imágenes.
Haces que la temperatura se dispare a pesar del frio que hace fuera.
Lo haces muy bien.

Un besito.