viernes, 7 de mayo de 2010

La cita

...Tiemblo... El portal se cierra detrás de mi al salir, justo cuando una fina lluvia, de la cual no habia reparado hasta ese instante, moja mi cuerpo y roza en mi rostro el frío viento de invierno que a esas horas de la mañana aún resulta más gélido...Tiemblo de nuevo, e involuntariamente me refugio dentro de mi abrigo, pero no es por causa del tiempo, ni por el frío, ni siquiera por el día gris... Es por culpa por ella...

..Ella... Jamás he visto su rostro, jamás he escuchado su voz, siempre lo ha querido así y siempre lo he respetado, pero desde que la conocí aquella noche de madrugada a través de este instrumento del diablo vivo obsesionado con ella...

...Ella... Como será? no he podido evitar fantasear miles de veces con la descripción que me ha dado... Con su cuerpo... Con su mente... Tantas combinaciones... Tantas posibilidades... Tantos deseos lascivos, egoistas y machistas de que sea hermosa y a la vez complaciente... Porque hoy? porque ahora? Meses de plácido y a veces hasta sugerente chateo, hasta que anoche me dijo directamente que me quería conocer, que me necesitaba, que la estaba consumiendo la incertidumbre, y yo, loco por ella dije que si... Un trueno difuso y lejano me despierta de mis pensamientos mientras camino...

...Camino... Camino hacia el lugar donde hemos quedado. Un café discreto, no muy lejos de donde vivo. Ralentizo el paso, casi arrastrando los pies. Mi corazón, nervioso, se acelera cada vez más... A cada momento que estoy más cerca de mi cita... Miles de escusas recorren mi mente para no acudir... Porque no? puedo invitar cualquier excusa convincente hasta poder estar preparado... Pero me doy cuenta que pase el tiempo que pase, esa sensación de desbocada excitación nunca desaparecerá hasta que no la conozca porfín...El apagado tintineo de la puerta me anuncia que para bien o para mal he llegado al café...

... El Café... El cafe esta semivacío, casi lúgubre pero cálido. Tiemblo por tercera vez esa mañana de prometedoras sorpresas... La veo!, tiene que ser ella!, el momento que más he deseado que pasara y el que más he temido. Esta apoyada en la barra, dandome la espalda, con el jersey blanco de cuello alto que me dijo que vestiría, ciñendose a su cuerpo como un guante, hablando casi en susurros con otra mujer, escrutando el lugar, divertida y ociosa, como si buscara una presa de la cual alimentarse... Ando acompasadamente, algo temeroso, hasta la mesa del fondo, en el lugar exacto de nuestra particular quedada... Noto sus ojos azules clavados en mi. No digo nada. Solo me muestro, finjiendo no haberla visto, dando la oportunidad de poder escapar de mi si se arrepintiera de ello...

La contemplo de nuevo. Ahora sentado en la silla... Ahora de cara... Ahora en todo su explendor... Sigue mirandome. En su cara hay una expresión de interés desconocida para mi. Vuelve a cuchuchear algo a su amiga que tambien me mira fijamente... Que hace alli? que papel juega? es un apoyo?, quizas se haya sentido tan intimidada como yo. Noto como las palmas de mis manos empiezan a sudar. Las restriego contra mis pantalones. Debo parecer mas tranquilo, pero no puedo parar mi nerviosisimo...

Se sienta al lado mio, con movimientos felinos, decidida, sin decir nada... tan diferente a como se ha mostrado conmigo hasta ahora que me confunde. Me quedo rígido cuando su boca sonrosada se acerca a mi cuello. Siento los rizos de su pelo azabache provocandome deliciosas cosquillas. Huelo su aroma, mezcla de perfume dulce de mujer, maquillaje y tábaco rancio que amenaza con rendirme a sus pies incluso antes de haber empezado nada... Solo unas palabras abandonan sus labios "Quieres comerme?"...

"Quieres comerme?"... Su incitadora pregunta, hace que me ruborice todavia más... Noto mi verga, caliente y sudorosa creciendo dentro de mis pantalones, solamente un segundo despues de que su propuesta haya golpeando con fuerza en mi alma asustadiza, buscando el alivio de la libertad, deseando rasgar la tela vaquera que impide moverse...

Sonrie complacida, cuando su mano acaricia el bulto de mi entrepierna que ya ha empezado a palpitar con voluntad propia impaciente, sin ningun pudor, sin miedo a que pueda descubrir su juego conmigo. El camarero no parece darse cuenta cuando se acerca a tomarnos nota ceremoniosamente. Titubeo antes de pedirle un simple cafe con leche. sin embargo, ella, segura, como si lo que hiciera fuera lo más inocente del mundo, no duda... Su voz me resulta cada vez más sensual y su fragancia mezclado con la nicotina vuelve a hechizarme...

La veo... su acompañante, la rubia anonima, no deja de mirarnos desde la barra. Lo veo en sus ojos, que no para de clavarse en los mios, sabe perfectamente lo que esta haciendo conmigo, a pesar de que la mesa tapa toda acción posible... Lo sabe, y sin embargo, parece que disfruta tanto como mi asaltante de mi sufrimiento y de su provocación...

El click de los botones me devuelve a la realidad que estoy viviendo... Abre con mano experta los ojales del cierre de mi pantalon, dejandolo delicadamente en forma de V. Es una locura, pero sigo sin hacer nada por impedirlo... La uña de su dedo indice, negra como su hermoso cabello, recorre despacio toda la anatomia de mi polla por encima del slip blanco que practicamente no disimula el contorno. Su acción provoca en mi escalofrios, pequeñas pulsiones en forma de pequeños golpes involuntarios de cadera buscando algo más. Me tiene bajo su control y sin embargo todavia no ha hecho nada. Obedeceria cualquier deseo de ella, cualquier petición, todo por satisfacer con su cuerpo mis más bajos instintos...

Tiemblo, como lo hice al salir de casa, cuando arrastra el elastico hacia abajo, liberando, por fin, mi sexo. Dejando ver primero mi amoratado glande y luego una porción de mi venoso tronco. Se pasa la lengua por sus carnosos labios, como si saboreara lo que esta tocando, como si supiera que esta dominando mi alma a su placer. Su mano se apodera de mi polla repentinamente, cerrandose por debajo de la corona de mi bellota violacea. Suelto un pequeño quejado. Ahora puedo sentirla... ahora puede sentirme...

La bandeja del camarero tintinea. Nos ha descubierto sin remedio. Esta con la boca abierta y los ojos desorbitados, intentando dejar lo que pedimos con la mayor naturalidad posible... La rubia anonima, la que me habia atormentado desde la lejania con su lascivia contenida se lo lleva amorosamente de la mano y el asombrado se deja llevar. Los veo desaparecer por la puerta de servicio... a donde se lo llevara? Quizas al almacen. Me los puedo imaginar, el apoyado contra la pared de la oscura estancia, mientras ella, a cambio de su silencio, lame su sexo sin descanso sumisamente arrodillada... Puede que se lo haya llevado al lavabo de mujeres, y alli, en algun cubículo, sube y baja sobre la verga envidiosa de la mia, cabalgandole, convirtiendole sin que el lo sepa en nuestro complice más obediente...

Su masturbación es deliciosamente lenta, quiere recordar cada centimetro de mi sexo, cada espasmo que me produce pequeños gemidos disimulados. Apoyo la espalda sobre la silla, rindiendome al fin, si es que alguna vez opuse alguna resistencia ahora ya ha desaparecido por completo. Me olvido de todos, ya no me importa que me puedan ver, solo busco el ansiado orgasmo. Aventuro una mano mia, buscando tambien, el inicio de la entrepierna por debajo de su falda, deseoso de sentir su coñito entre mis dedos... pero me para... "sssshhhh!!! ya habra tiempo para eso nene... más adelante". Me susurra imperativa, y me vuelvo a abandonar a sus caricias, esperando que esa promesa se pueda cumplir...

Siento oleadas de placer... quizas lleva poco más de un minuto, pero sin embargo siento como me contraigo, siento el picazon en la puntita de mi glande, siento el cosquilleo en mis testiculos, anunciando que mi orgasmo esta próximo, que mi corrida esta por llegar... toda mi verga se hincha, las contracciones lo invaden todo. Chorros de semen salen en contadas cascadas, manchando mi bajo vientre y su sabia mano. Acaricia mi pelo, lame el lobulo de mi oreja, intenta calmar mis ansias mientras yo ahogo los jadeos como puedo, apretando los ojos, mordiendome los labios...

Se lleva una gotita de mi savia a su boca. La lengua lo recoge golosamente, saboreando unos segundos el producto de lo que ha provocado en mi... Un beso, nuestro primer beso, sella el encuentro. Nuestros labios se funden al fin solamente una vez... antes de levantarse y dejandome ahi como el ser más estupido que haya visto. Sonrie antes de desaparecer por la puerta del establecimiento, sin evitar atraer las miradas de otros clientes que hasta hace unos momentos estaban con sus preocupaciones y conversaciones...

Recupero la conpostura como puedo. Solo ha pasado unos minutos pero deseo que vuelva conmigo, que haga de mi su juguete.. y es cuando, de repente, una mujer, alta, guapa y morena, que nunca habia visto antes, se presenta ante mi... "hola!", me dice afectuosamente, "por fin nos conocemos!, soy Karolina", y me da dos besos al tiempo que tiemblo y empiezo a comprender que he sido engañado y confundido... dulce engaño... dulce confusión...

4 comentarios:

Anna dijo...

Me gustan tus relatos, son muy sensuales y provocativos.
Mmm si todas las fantasías se hiciesen realidad...

uh!lala dijo...

Ya decia yo donde te escondias esto

Mágica dijo...

Esa habitación guarda muchas cosas en su interior. Pasaba por el pasillo, y al ver la puerta entre abierta no he podido evitar curiosear, mirar, oler...sale de dentro un aroma intenso!

escort madrid dijo...

Me resulta muy estimulante tu estilo. Sensualidad, morbo, elegancia...