martes, 20 de abril de 2010

Sueños

Sueños... no te puedo decir quien empezó... es posible que fueras tu... o es posible que fuera yo. Lo único que te puedo decir es que sueño todas las noches contigo. Me acompañas en ese mundo de incontables fantasias y pulsiones inconscientes llamado sueños, mientras dormito en mi alcoba... todas las noches se repiten esos sueños y, al despertar, siempre me pregunto si algun dia se cumplira la ilusión onirica de la que acabo de salir...

¿Donde estas ahora?... tal vez en la otra parte de este pequeño mundo totalmente ajena a mi existencia... puede que vivas en el edificio de enfrente y vea desde mi ventana cuando enciendes la tuya... puede que haya sido tan afortunado como que ahora mismo me estes rozando timidamente el codo sin que sepas que controlas mi mente con tu fuego... ¿sueñas conmigo?, lo único que te puedo decir es que yo si sueño todas las noches contigo.

¿Que sueñas cuando sueñas conmigo?... te podría decir que sueño con una cita, en un restaurante o un cafe, sentados en la mesa, con una humeante taza de cafe debajo de nuestras barbillas haciendonos compañía mientras hablamos de filosofia o música... te podria mentir, contandote que hoy he soñado con un viaje a algun pais exótico y lejano, visitando las maravillas que esa tierra entraña y compartiendo besos y alegrias... te podria contar la falacia de que el sueño que se repite constantemente se desarrolla en un dia de playa perfecto, con una brisa suave y agradecida meciendo nuestros cuerpos, mientras huelo directamente de tu piel morena el frescor del oceano y enrojeces encantadoramente ... podria contarte un monton de historias pero te engañaría... mis sueños, mis anhelos, mis reconditas pulsiones, son mucho más oscuros, más láscivos, mucho más calientes... el deseo irracional y sexual que siento por ti me traiciona cada noche, cuando me acuesto y apago la luz para sumergirme en ese mundo de fantasias...

Sueño... con tus uñas, clavandose amorosamente en mi velludo pecho al tanto que vas desabotonando mi camisa, jugando con mis casi inexistentes pero sensibles pezones. Te desabrocho la brusa de tela blanca, mirandote directamente a los ojos notando como crece tu fuego, haciendo contraste con la mia negra... el yin y el yan?, algun significado oculto?,... no lo se....Comenzamos el juego de caricias. Nuestra piel desnuda ya quema al notar el contacto de las yemas de los dedos, tan ardorosos, tan curiosos... Bebo de tu boca largos tragos de tu esencias que casi me emborrachan... perdemos el aire y a la vez insuflamos de nuevo los pulmones buscando más y más, explorando nuestras lenguas, nuestros labios, el contorno de nuestras encias...

Aprieto mi torno desnudo contra el tuyo, sientes mi fuerza oprimiendote, un gesto de confianza antes de apartarme de nuevo y desabrochar el delicado sosten, dejandome ver tus senos, turgentes, redondos, voluptuosos como el resto de tu cuerpo. Recorro con mi musculo rosado y jugueton el contorno de tus pechos recien liberados. En mi mente escucho el eco de los primeros suspiros que pugnan por expresarse en el aire. Recorro en espiral ascendente cada pecho, hasta llegar a la cima como un montañero victorioso y orgulloso de su azaña... Lamo los pezones erectos, de un rosado casi marron con toques con la puntita de la lengua que hace tembrar todo el pecho. Acaricias mis cabellos, alzandote sobre mi, apoyando tu cuerpo sobre el mio, diciendome que continue, y que soy todo tuyo...

Beso cada centímetro de tu aterciopelada piel, desnudando con ansias alla donde poso mi boca... la falda cae al suelo, segundos antes que tus bragas, que enrollo en mi mano para aspirar tu aroma, el elixir de Venus, el perfume de la lujuria... Separas ligeramente tus piernas, aun de pie, dejandome paso. Exploro tu sexo con sumo cuidado, con muchisima curiosidad. A pesar de que no es la primera vez en el sueño, cada noche, tu ... sigue siendo un desconocido delicioso que saborear. Evito tu clítoris, volviendote loca. Te manejo a mi antojo con las palmas de mis manos apoyadas en tus gluteos y moviendome como si fuera el dueño de todo lo que toco. Arqueas tu espalda, alzas una de las piernas apoyandola en mi hombro, me empujas buscando que chupe tu sensible organo, amenazas con perder el equilibrio en el intento... y sin embargo no consigues que tenga piedad de ti...

Te tumbo poco a poco, en una nube de plumas vaporosas que en algun momento ha aparecido bajo nuestros pies... Lo deseas, deseas verlo, erecto por ti, palpitante por tu causa, deseando fundirse contigo... Me inclino sobre mis rodillas delante tuyo. Mi verga hinchada, carne en forma de amenazante garfio, ya incluso goteante, apunta directamente a tu sexo encharcado por tus propios jugos y mi saliva caliente... Levantas las piernas, a la altura de mi cabeza, mostrandome el camino a seguir, tu dulce abertura que impaciente tiembla tanto como mi miembro.... agarro tus tobillos como si mis manos fueran tenazas, separando levemente los muslos. Mi glande olisquea su presa solamente un instante antes de entrar en ti de un tierno y feroz empujon de caderas... siento la maravillosa sensacion de alguien que acaba de atravesar suaves cortinas de inmaculada seda para descubrir los secretos que esconde... Penetro con fuerza. Quiero que sientas mi masculinidad, la longitud de mi ... llegando hasta la matriz. El chocar agresivo y sonoro de mis testículos en la cara interna de tus muslos, para luego sacarlo lentamente, para que ahora reconozcas el grosor de mi miembro rozando las paredes resbaladizas y babeantes del tesoro que estoy invadiendo... una y otra vez... Tu rostro, cada vez mas difuso entre las plumas que flotan en el aire refleja semejante contraste... sorpresa y placer... dominación y locura... agresividad y dulzura... Tus piernas rodean mis caderas, poniendo fin a semejante suplicio, y tus uñas, las mismas que antes me propinaban picantes mimos ahora arañan mi espalda... nuestras bocas tienen su segundo encuentro, moviendose al ritmo que impone nuestra danza. Saboreas tu propio sabor sin mostrar ningun tipo de repulsa, al contrario, te excita más, pidiendome mas pasión en mis movimientos... nuestros gemidos son cada vez más sonoros e incontroladas... nuestra respiración más fuerte e inconsistente... peces fuera de su pecera...

Despierto... siempre despierto... insatisfecho, desahuciado, engañado por mi propio subconsciente, con el unico consuelo que aun creo percibir tu aroma correteando en mis fosas nasales... me arrimo a mi amor, que duerme a mi lado, haciendo sentir contra su ser lo que tu has provocado en mis sueños, intentando volver a ellos, para quizas acabar lo que he empezado. Se que sonrie, pensando que es ella la causante de mi urgencia sexual... despues de todo, de pensamiento no es

No hay comentarios: