Ni incluso aquella noche de mediados de agosto, en aquel pueblo perdido del interior que aspira a ser llamado ciudad, escapamos del calido viento subsahariano que tanto anuncia la televisión, que mezclado con la brisa mediterranea provoca que no solamente haga un calor agobiante sino que ademas sea húmedo y pastoso haciendolo todavia más sofocante. Calor que invita ha hacer mejores cosas que estar de pie esperando... miro mi reloj, las 12 menos 20 de la noche indican sus danzantes agujas, 20 minutos nada más para la hora mágica, punto de salida donde se dan rienda suelta a todo tipo de deseos ocultos que no podemos manifestar a la luz de dia... en el cielo luna creciente ocultando sus secretos parcialmente, casi incitadora, haciendo imaginar cosas que sonrojarian al más libertino... en la tierra una multitud de gente parloteando, sudando, riendo, aburriendose, solamente eclipsados por el ruido de los típicos grillos en época de celo sonando como canción de fondo... en el cielo, las estrellas, parpadeantes, observandonos insignificantes como realmente los seres que somos... en la tierra, mi amada y yo, yo y mi amada, tan hermosa y radiante como siempre, resplandeciendo con luz propia entre tanta mediocridad. Me atrae como una polilla cuando se siente atrapada por una bombilla... saboreo lo salado de mi sudor al relamerme los labios. Mis manos vuelan como tentaculos de un mítico leviatan hasta la cintura desnuda de mi amada. Mis palmas sudorosas se afianzan en su tibia y suave piel, pegandose como las ventosas que imagino que tengo, atrayendola hacia mi. Se gira un segundo, sonrie entre amorosa y maliciosamente, satisfecha de si misma, sabe que siempre consigue volverme loco, que pierdo la cabeza por ella estemos donde estemos y haga lo que haga. Se inclina suavemente sobre mi, apoyando su espalda en mi pecho y me recompensa ofreciendome sus labios que beso primero con ternura y luego con extrema pasión apretandola aun más contra mi ser, nuestras lenguas recuerdan a serpientes entrelanzadas moviendose al son que marca el sonido de una hipnotica flauta... me pierdo entre los rizos de su larga cabellera azabache que llenan de caricias mi cuello y barbilla... su afrodisiaco perfume llega hasta el más remoto rincón de mi cerebro, resaltado por las propia transpiración de su cuerpo, haciendolo todavia más erótico, más irresistible, más sensual... quiero cogerla de la mano, y arrastrarla fuera de esa multitud que nos acorrala, llevarla conmigo, huyendo de alli, y en algun callejón, lejos de miradas obscenas, poseerla contra alguna sucia y rancia pared de algun edificio viejo, sus piernas rodeando mi cintura, su boca mordiendo la mia, sus uñas clavandose en mi espalda y mi verga haciendo estragos en su estrecho interior... se que la siente, siente mi polla creciendo, llenando el escaso espacio que nos separa, el palpitar de mi miembro que cabecea contra el nacimiento de mi pantalón apoyado en el nacimiento de su espalda y el final de su fantástico culo. Tambien se ha dado cuenta, de mis manos descendiendo descaradamente hasta tocar los torneados muslos, justo donde terminar su pequeña minifalda negra... Me susurra un "aqui no", una prohibición sin fuerza, que ni sus gestos, sus pequeños suspiros y su cuerpo corresponden, al contrario, me pide su mirada que continue, que vaya más alla, que la guie ahi mismo hasta las puertas del paraiso...me cuelo por debajo de su falda, rozando con mis yemas en círculos acariciantes hasta tocar el elástico de su minúscula y vaporosa ropa interior. Separa las piernas ligeramente, dejandome paso, lo desea tanto como yo...
miércoles, 24 de marzo de 2010
Fuegos artificiales
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2 comentarios:
fuegos artificiales
por dentro
por fuera
cortocircuito luminoso
Una celebracion asi no es para olvidar
besos
Adis
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